“¡Ayúdame a compartir mi publicación para que llegue a las personas correctas, estoy desesperada!”.
Con este mensaje inicia el clamor de una joven madre originaria de Altamira que, desde hace tres meses, vive una pesadilla en Ciudad Victoria: sin familia, sin amigos y aferrada a la esperanza de que su bebé sobreviva en terapia intensiva.
La tragedia comenzó tras un fin de semana marcado por negligencia médica que agravó la salud del pequeño, quien permanece bajo cuidados críticos. Pese a todo, la fe sostiene a la madre: “Aunque todo se puso oscuro, tenemos la fe de que nuestro bebé se recuperará”, afirma con la voz entrecortada.
Una lucha
diaria por
sobrevivir
Para cubrir lo indispensable, la familia vende ropa en un improvisado puesto frente a urgencias del Hospital Regional de Alta Especialidad. Pero las ventas apenas alcanzan para comer.
“Hay días que no sacamos ni para la comida”, relata la joven madre, quien también enfrenta secuelas de cinco cirugías en menos de un mes, lo que le dificulta caminar y mantenerse en pie.
Pese al dolor físico y el cansancio, insiste en continuar: “Amamos demasiado a nuestro bebito, y aunque sentimos que ya no podemos más, seguimos luchando”.
Lo que más
se necesita
La familia solicita apoyo en especie y en efectivo. Sus principales necesidades son:
Pañales etapa 5.
Agua, sueros o bebidas embotelladas.
Alimentos no perecederos.
Jabón para ropa y suavizante.
Leche especial Alfamino HMO.
Quienes deseen ayudar también pueden realizar aportaciones económicas.
“Dios es tan grande que aquí estoy viva después de tantas cirugías, pero necesito de ustedes para mantenernos y que mi hijo tenga la oportunidad de salir adelante”, expresó.
“No hay ayuda pequeña, ya sea económica o en oración. Todo será una gran bendición”, concluyó.
Por Raúl López García
