CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- A dos años de la masacre en el municipio de Camargo, la audiencia intermedia en contra de los 12 policías detenidos, acusados del asesinato de 19 personas, 16 de ellos migrantes de Guatemala y uno de El Salvador, de nueva cuenta fue diferida.
Aunque se encontraba programada para las 11:00 de la mañana y se realizaría a través de videoconferencia con la sala en el penal de Altamira, la misma no se realizó.
Desde que se hizo la primera audiencia el 8 de diciembre del 2021, en cada ocasión el Juez de Control ha otorgado prórrogas a los abogados defensores, algunos de ellos han cambiado en este tipo, para revisar de nuevo o por primera ocasión las evidencias presentadas por la Fiscalía de Tamaulipas.
En el estado, el Ministerio Público de Tamaulipas acusa a 12 ex policías estatales, ocho de ellos pertenecían al Grupo de Operaciones Especiales (Gopes), de homicidio calificado, abuso de autoridad en el desempeño de funciones administrativas y falsedad en informes dados a una autoridad.
De acuerdo con investigaciones del caso, los policías persiguieron y dispararon contra el grupo que viajaba a bordo de una camioneta Silverado y otra Sequoia, para después incinerar los cuerpos.
Los hechos se registraron el 22 de enero del 2021 en una brecha del ejido Santa Anita del municipio de Camargo, cuando el grupo de ciudadanos centroamericanos, viajaban con dos “polleros” mexicanos, quienes los llevarían a los límites del estado, para cruzar de manera ilegal a los Estados Unidos.
La investigación de la Fiscalía del Estado, señala que los policías, dispararon al grupo en al menos 113 ocasiones, provocando la muerte de las personas, para después incendiar los cuerpos.
Para tratar de borrar evidencia y después argumentar que se trató de algún grupo criminal, recogieron los casquillos, sin embargo las investigaciones que los implican señalan que utilizaron sus celulares ese mismo día desde el lugar del hallazgo.
En la caja de la camioneta se hallaron 15 personas fallecidas, dos más en la cabina de la misma y otras dos personas cerca de la puerta del piloto y copiloto.
Por Perla Reséndez
