Ante la inminente entrada en vigor de la reducción de la jornada laboral, la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (CANIRAC) hizo un llamado a los organismos empresariales para conformar un frente común y exigir estímulos fiscales a los gobiernos federal y estatal, así como una aplicación gradual de la reforma.
Juan Pablo González Martínez, integrante de la dirección nacional de CANIRAC y ex presidente del sector de alimentos en Victoria, advirtió que la reducción de la jornada laboral afectará sobre todo a las micro, pequeñas y medianas empresas, con el riesgo de que muchas migren a la informalidad.
“Sabemos que esta reforma va a impactar nuestros bolsillos, por eso pedimos estímulos fiscales, cualquiera que estos sean, para equilibrar la carga entre el sector patronal y el obrero”, expresó.
Explicó que la reducción de 48 a 40 horas semanales representa un incremento del 25% en los gastos de operación, ya que será necesario contratar más personal para cubrir los turnos.
Reiteró que ninguna región del país tiene condiciones para absorber este impacto de manera inmediata, por lo que se propone que la reforma sea gradual, reduciendo una hora por año hasta alcanzar la meta establecida.
En Victoria existen alrededor de 1,300 negocios de alimentos formales, aunque hay muchos más que operan en la informalidad.
González Martínez advirtió que, de no aplicarse medidas de apoyo, muchos empresarios preferirán migrar a la informalidad antes que cerrar sus puertas.
Por Salvador Valadez C.
