Tras casi un año de restricciones, Ciudad Victoria vive un respiro en el suministro de agua potable.
Las lluvias recientes y el repunte de los manantiales permitieron alcanzar una producción de 1,750 litros por segundo, suficiente para garantizar el servicio casi continuo hasta fin de año.
Fernando García Fuentes, gerente general de Comapa, informó que el abasto es estable, aunque reconoció que algunas zonas altas del poniente y norponiente aún enfrentan baja presión.
Actualmente, la presa La Peñita aporta 700 litros por segundo y su nivel subió 2 % gracias a las precipitaciones.
“Estamos mejor, pero no podemos bajar la guardia. Las principales fugas están dentro de los domicilios y, al multiplicarse por miles de usuarios, el impacto es enorme”, advirtió García Fuentes.
La ciudad permanece en semáforo amarillo en disponibilidad de agua, y la solución definitiva dependerá de la segunda línea del acueducto, que permitirá un suministro verdaderamente continuo.
Por Raúl López García
