Las autoridades sanitarias advierten que el estado enfrenta un crecimiento acelerado de la diabetes, enfermedad que en dos décadas ha aumentado 148 por ciento, convirtiéndose en uno de los principales detonantes de infartos y muertes prevenibles.
Aunque no existe una cifra exacta del total de pacientes —debido al amplio subdiagnóstico— la Secretaría de Salud confirmó que las estimaciones nacionales y estatales colocan a Tamaulipas en un escenario preocupante: casi la mitad de la población podría tener diabetes, y solo uno de cada cinco está en tratamiento.
Vicente Hernández Navarro, Secretario de Salud, explicó que aproximadamente 48% de la población padece diabetes, pero muchos lo desconocen. Esto provoca que el diagnóstico llegue tarde, generalmente tras un evento grave como un infarto o un evento vascular cerebral.
En la diabetes tipo 2, advirtió, los síntomas pueden pasar desapercibidos durante años. “A veces la gente se entera hasta que se desmaya, tiene un bajón de energía o deja de ser productivo. Se hacen un examen… y descubren que son diabéticos”, señaló.
Malos hábitos que desencadenan tragedias
El secretario subrayó que la raíz del problema se encuentra en el estilo de vida: mala alimentación, obesidad, sedentarismo, y poco apego a las medidas preventivas.
Estos factores han incrementado las enfermedades crónicas degenerativas y, con ellas, el riesgo coronario. “El infarto sigue siendo la primera causa de muerte en Tamaulipas, y está directamente ligado a la diabetes”, afirmó.
Prevención, la pieza clave que aún falta
Como parte de una estrategia estatal, la Secretaría trabaja en un diplomado y en el desarrollo de una maestría en estilo de vida saludable, ambos diseñados para profesionalizar la prevención y complementar los tratamientos tradicionales.
Hernández Navarro insistió en que el enfoque debe ser humanista: “No se trata solo de atender al paciente cuando llega con una crisis; debemos actuar desde antes, cambiar hábitos y detectar a tiempo”.
Finalmente, el funcionario exhortó a la población a realizarse chequeos periódicos para detectar signos tempranos de diabetes, en especial quienes presentan riesgos como sobrepeso, hipertensión o antecedentes familiares.
“Revisarnos es fundamental. La diabetes avanza en silencio, pero sus consecuencias son devastadoras. La prevención es nuestra mejor herramienta”, concluyó.
Con un crecimiento acelerado en los casos y un amplio porcentaje de personas sin diagnosticar, Tamaulipas enfrenta uno de sus desafíos más graves en salud pública para el 2025.
A nivel nacional, se estima que el 12.6 por ciento de la población mexicana mayor de 20 años tiene un diagnóstico y hay otro 5.8 por ciento que la padece pero no está diagnosticada.
La enfermedad de diabetes crece día con día y va de la mano con el sobrepeso y la obesidad, potencializada por la mala alimentación que tienen la mayor parte de los mexicanos, quienes además tenemos una predisposición genética para desarrollar diabetes.
Ya que la diabetes puede causar falla renal es importante detener la progresión de la enfermedad con cambios en el estilo de vida: hacer ejercicio 30 minutos diarios al menos cuatro veces por semana, cuidar la dieta y mantener niveles de glucosa normales.
Por Raúl López García






