Seguridad

Flamazo siembra el pánico en escuela

Dos trabajadores de la Escuela Primaria “Victoria”, ubicada en el primer cuadro de la capital, sufrieron quemaduras en varias partes del cuerpo tras registrarse una llamarada en el interior de la cocina del plantel.

Además, al menos siete menores de edad recibieron atención de los cuerpos de emergencia por presentar crisis nerviosas a causa del incidente.

De acuerdo con las autoridades, los hechos ocurrieron el miércoles alrededor de las 12:30 horas en la institución educativa, ubicada entre las calles 13 y 14, y Matamoros.

Las autoridades recibieron una llamada de emergencia que reportaba una explosión, pero al llegar al lugar confirmaron que se trató de una llamarada provocada por una fuga de gas.

El personal de emergencias atendió a dos adultos que se encontraban en el área de la cocina y que resultaron con quemaduras de primer grado. Ambos fueron trasladados a un centro hospitalario para su evaluación.

Las autoridades municipales informaron que también se brindó atención a por lo menos siete niños, quienes presentaron crisis nerviosas debido al intenso movimiento y la conmoción generada en el lugar.

Los profesores del plantel decidieron cerrar las puertas de la escuela para evitar que los alumnos salieran y se produjera un accidente más grave. Esta medida se tomó después de confirmar que la situación en la cocina estaba bajo control.

Respecto a las causas del incidente, se señaló como probable origen una fuga de gas provocada por la conexión incorrecta de una manguera a un tanque de gas LP de 10 kilogramos. El gas comenzó a fugarse, lo que generó la llamarada que alcanzó a los empleados que se encontraban en la cocina.

Posteriormente, las autoridades hicieron un exhorto a los padres de familia que acudieron al sitio para recoger a sus hijos, pidiéndoles que lo hicieran con calma y precaución, ya que los nervios y la desesperación podrían generar algún accidente vial.

Las calles aledañas a la primaria fueron cerradas durante aproximadamente una hora. Después de ese lapso, todo volvió a la normalidad.

Por Alfredo Peña